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Marco decorativo: trazo izquierdo

LOS SOMBREROS DEL TEIDE

Sombrero del Teide. A: S. Miralles

El término "Sombrero" proviene de la tradición popular de la isla de Tenerife. El estratovolcán Teide no es sólo una referencia geológica para el habitante de la isla, es muchísimas veces un señuelo o cabañuela que la tradición popular observa para conocer el tiempo venidero.

El Pico del Teide ha sido históricamente apreciado como un valioso indicador de los cambios de tiempo en las Islas Canarias. De sus señales se benefician las gentes del campo no sólo de la isla de Tenerife, sino también de las islas vecinas desde donde es visible.

Cuando su alta cima, a 3.718 m presenta un "sombrero", el majestuoso Teide está indicando la llegada de un frente para las inmediatas 24 horas.

Según la forma del sombrero y su persistencia, el frente será más o menos activo y aportará más lluvia o más viento.

De esta manera, cuando la nube se presenta con forma de velo tenue que envuelve sólo la cima, el frente que llega suele ser poco activo, con poco viento y lluvias localizadas en las áreas mejor expuestas.

Si está mejor formada, es más persistente, tiene aspecto lenticular y está más despegada de la cima, está indicando más viento que lluvia para las inmediatas horas.

Cuando se entremezclan las formas lenticular y cumuliforme el frente que llega puede ser muy activo, con vientos muy fuertes y gran inestabilidad, lo que conlleva intensas precipitaciones generalizadas en todas las islas.

Sea lo que sea lo que indiquen las nubes que se forman sobre el majestuoso volcán, lo que no cabe duda es que su belleza queda realzada todavía más, tal como se comprueba en las fotografías que acompañan a esta página.

Tenue sombrero del Teide. A: L. Alvárez

Tenue velo nuboso sobre el Teide, a modo de tela de araña, que generó temor en algunas localidades del Norte de Tenerife el día 18 de octubre de 2004, al haber quien creyó que se trataba de fumarolas que pudieran estar anunciando una inminente erupción.

Sombrero del Teide en forma de lente. A: E. Rodríguez

Las formas que adopta el sombrero del Teide son tan diversas como se encapriche la naturaleza. En la fotografía se muestra un sombrero con tendencia tanto a estratificarse como a desarrollarse verticalmente.

Sombrero del Teide en forma de lente. A: J. L. Hernández

Lo más habitual es que sea un altocúmulo lenticular (Ac Len) orográfico que se forma con los primeros síntomas en capas medias de una inminente inestabilización, con advección significativa de humedad y vientos fuertes de sur, suroeste y, menos frecuentemente, de sureste. En ocasiones se presenta como una nube espesa que no se limita sólo a la cima del Teide, sino que lo oculta todo o hasta su mitad. Un sombrero así denota la posibilidad de un gran temporal.

Sombrero del Teide casi perfectamente simétrico. A: A. Carballo

En otras ocasiones, muy pocas ciertamente, consigue configurarse de manera casi perfectamente simétrica.

Sombrero del teide interactuando con una capa de nubosidad intermedia. A: E. Rodríguez

Aunque el Sombrero del Teide suele aparecer como una nube solitaria, adosada al relieve del volcán, hay ocasiones en que una banda de nubosidad media interactúa con el Teide de modo que éste la perturba "haciéndole cosquillas" en su base. No es exactamente un Sombrero del Teide puro pero, ¿quien puede decir lo contrario?

Sombrero del Teide en forma de 'gorra'. A: J. L. Hernández

Finalmente, hay ocasiones en que en lugar de "sombrero", el Teide se pone "boina".

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Marco decorativo: trazo derecho
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