Nubes singulares de Canarias
Cuando las islas de mayor relieve se ven afectadas por perturbaciones que aportan humedad a las capas medias de la atmósfera, la orografía volcánica insular da lugar a nubes que permanecen estáticas sobre cada una de las islas que las generan.
Esto es especialmente frecuente en Tenerife o La Palma, cuyas cimas alcanzan los 3.718m y 2.426m respectivamente.
La particularidad es que, debido a su gran altura, las islas producen nubes que requieren un alto relieve para su formación, pero al tratarse de islas relativamente pequeñas para su altura, también lo son las nubes que se forman, resultando nubes de reducidas dimensiones, aisladas en el cielo y por todo ello más fotogénicas que las que se suelen formar sobre las cordilleras continentales.
En su evolución van cambiando continuamente de aspecto, adoptando en ocasiones formas caprichosas y casi inverosímiles, que a veces recuerdan la de algún animal u objeto reconocible.
Los nombres que aparecen junto a las nubes que se han seleccionado para esta última página de la exposición han sido otorgados bien por los propios autores o bien por aficionados participantes en foros de Meteorología de Internet, en los que han sido mostradas estas fotografías, causando siempre gran sorpresa debido a la poca frecuencia con que se pueden contemplar nubes tan peculiares como éstas en las zonas continentales.
Para algunas de ellas, además de la foto más representativa que dio lugar a su nombre, se muestra una secuencia de su evolución.
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